Al fondo del pasillo hay un tipejo ausente… Tiene la mochila cargada de nieve y los bolsillos llenos de arena. Suele darse atracones de sueños y por una ventana abierta lanza sus palabras cuando ya no puede contenerlas.
Es un tipo ajeno y lejano, rodeado de fantasmas tan reales como él y empapado de historias. Las que le cuentan. Las que se inventa. Las que nunca olvidará mientras observa el mundo desde lejos.
Si te lo cruzas en tu camino… no le mires. No le hables. No trates de entenderlo ni de ponerte en su lugar.
Déjalo marchar. Déjalo soñar. Déjalo con su niebla en la mochila, con sus palabras idiotas y sus historias de mierda.
Las que lanza todavía por su ventana abierta, en lugar de risas o lágrimas.