LA MUÑECA RUSA
Pensé que los días de Octubre caerían como las hojas del Otoño y crujirían bajo mis pasos largos.
Pero los días no caen ni las hojas crujen:
Octubre es una muñeca rusa, unos días descubren a otros, exactamente iguales, pero más pequeños —como las horas que encierran minutos y segundos o los tonos dorados del Otoño que dentro guardan la nieve del Invierno—.
Octubre empezó pero no acabará nunca, como una matrioshka infinita, inventando días y más días que en realidad sólo son vacío.