Lo absurdo de las cosas
y lo absoluto del mundo
nos mantiene amarrados a él…
girando con él…
queramos o no.
Volar, sólo volar.
Dejar de mostrarme.
Volar más alto que
las miradas de la gente
y sus absurdas opiniones.
Volar más allá de todo
y más lejos que siempre.
Hasta que duela la lejanía,
el esfuerzo no será en vano.
Sin preguntarme por qué
o por qué no.
Mientras…
Los días seguirán comenzando
hasta que el mundo se detenga.
Y cierre mis ojos.
Y pliegue mis alas
(mis alas de fantasía).