Siempre soñé después de despertar para amanecer en otro lugar. Sin moverme del sitio escuché sin hablar y escribí sin pensar para no pensar en nada. Y en nada me quedé cuando quise conocer lo que todos ya sabían. Entonces supe que tenía que marchar, pero sólo corrí cuando era mejor ponerse a descansar.
Al final descansé, aunque fue después de dormir una noche más. Así que dormí cuando había que volver y volví cuando había que esperar… O eso me pareció, cuando parecía que estaba detrás pero sólo miraba hacia adelante. Y hacia adelante caí cuando ya no quedó nadie. Por eso nadie me dijo que hubo muchas cosas que nunca ocurrieron.
O sí que lo hicieron, pero a su debido destiempo