Rueda, bajo mis pasos la ciudad
sus rincones y resquicios
un jamás entre la lluvia
un perdón ante tu llave
abrí la cerradura
de una puerta dibujada.
Rueda, vaivén oscilante
ella viene y yo me voy
marea, me busca
mi valiente odisea
huyo como siempre y
vuelve como nunca.
Rueda ella, ruedo yo
los días sin sentido
las noches recordadas
la nostalgia también calla
aunque sigas preguntando
si todavía vive en mí.
Ruedan, las caras de la verdad
como perfectos engranajes
la mirada vergonzosa
y el rojo de la herida
es el rastro que seguí
para escapar de ella.