Voy buscando trozos, reflejos, recuerdos… Están esparcidos y se ocultan entre los objetos. Algunos me ven y huyen. Otros se dejan coger y los observo atento. Si decido quedármelos se volverán negros, y ya no dejarán de preguntarme ¿por qué?
A veces tintinean como –tristes– cascabeles, como canciones mudas que sonarán cuando nadie escuche.
Estoy hecho de momentos unidos por una extraña magia. Y son tan pequeños que puedo deformarme para esconderme en las grietas que dejan los días…
Voy buscando lo que nunca tuve, lo que nunca vi, lo que yo mismo separé en retales afilados y cortantes. Quiero saber quién soy, o puede que sólo esté tratando de reconstruirme.