Sigue volando, muy lejos, batiendo
sus fuertes alas. Tras ellas, el viento
indomable despeina su pelo.
De eso se trata.
Hay un sueño al filo de la noche y
un beso al final de tus labios:
Instantes que son eternos y
el ocaso que es un alba.
Hay un cielo que es azul, de mar abierto.
Y en él verás, unidas nuestras manos
en el rojo de su alma.
Tras la lluvia en primavera queda
la tierra mojada.
Los paseos, los abrazos…
Un sorbo, un eco, un halo, un rizo:
Queda la noche clara y la luna iluminada.
Para Bea