–Yo creo que exagerais.
–En absoluto, gordi. Tú no sabes lo que es esto.
–Pues a mí me gusta.
–Tú, el largo, eres un degenerado. Esto es realmente asqueroso.
–¿De qué estáis hablando?
–Tú cállate pequeño. Deja a los mayores que hablemos de nuestras cosas.
–Creo que quiere hacerlo otra vez, se está acariciando las tetas. Qué asco por favor. ¿Por qué no me utiliza para señalar o indicar, que para eso estoy…
–A ver si hay suerte y lo hace otra vez, que me estoy poniendo cachondo perdido.
–¿Dónde habrá aprendido esta chica semejantes guarradas? Iremos al infierno por su mala cabeza. Esto debe ser pecado mortal.
–Pues a veces se hurga la nariz conmigo. Como soy pequeño…
–Pues a mí me utiliza mucho para acariciar o dar masajes. Como soy fuerte…
–Pero esas cosas están bien, gordi. No pensarías lo mismo si te vieras dentro de su coño.
–Compañeros, sois unos meapilas. Con lo excitante que es…
–Esta mujer no es decente. Es una cochina. Lo que necesita es un hombre como Dios manda, que la lleve al altar y me ponga una alianza. Y que ella le haga la comida, la cena, y traiga muchos niños a este mundo. Lo normal.
–A mí me gustan mucho los niños pequeños. Pequeñitos como yo.
–A ver chicos… atención… creo que va a hacerlo otra vez. Que tengáis suerte. Ahí va. Coged aire.
–No por favor! Prefiero que me amputen.
–Oh sí! Méteme hasta lo más hondo! ¡Más! ¡Más!
–¡Puaj! ¡Voy a vomitar!
–Pues yo me aburro.
–¿Cómo lo lleváis chicos?
–Me muero.
–¡Me corro!
–Que se acabe pronto por favor.
–Jo! Yo también quiero jugar.
–Pues a mí me gusta cuando lo hace con otra chica. Es muy bonito y sensual. ¿No os parece?
–Sois todos unos pervertidos. Y esta mujer una desviada sin remedio.
–¡Qué a gusto me he quedado!
–Que se lave ya, por favor… por favor…
–¡Ay qué bien, otra vez la fiesta de la espuma! ¡Chupiiiiiii!
–Os habéis portado muy bien chicos. Ha sido un verdadero placer, como siempre. Tomad cremita hidratante y a dormir todos. Sois los mejores. Hasta la próxima mis queridos deditos.