Desprendidas las hojas
de un libro ya leído
Desprendido el silencio
de las palabras escritas
Desprendidas las ramas
que murieron en Otoño
Desprendido el pelaje
que me abrigaba en Invierno
Desprendidas las horas
del día que terminaba
Desprendida la culpa
sobre mis hombros desnudos
Desprendida la vida
por mi reguero de ausencia
Desprendida la careta
aquella que sonreía
Desprendido desde entonces
desprendido incluso ahora
Desprendido… vivo, duermo, sueño
desprendido… hasta que muera