Recuerdo los trazos inconexos. La gente bailando y el humo blanco manchando el aire.
Recuerdo el papel mojado diluyendo las historias. Las horas que dolían y los años que pasaban.
Recuerdo los sábados iguales. Los paseos largos que eran como huidas. Las manos vacías o llenas de dudas.
Recuerdo que caí hacia adelante con los labios cerrados. Y esperé, paciente a que la fría nieve me cubriese… Pero fue la lluvia quien lo hizo.